El plenario aprobó el pasado 17 de diciembre de 2019 el dictamen presentado por el Grupo de Trabajo (GT) sobre Desigualdades y Vulnerabilidades.

Este inició sus encuentros el 2018 y, a partir de aquí, trabajó en sus objetivos: inclusión y reducción de desigualdades sociales, además de reivindicar las aportaciones del Consejo Municipal de Bienestar Social.

Las 5 líneas estratégicas por parte del Acuerdo Ciudadano para hacer de Barcelona una ciudad inclusiva son:

  • Reducir la desigualdad en la distribución de la renta y garantizar los derechos sociales: acceso a la vivienda, a la ocupación de calidad y las necesidades básicas.
  • Incrementar la equidad educativa y las oportunidades formativas y culturales.
  • Fortalecer y articular los servicios y las redes relacionales y comunitarias de apoyo facilitadoras del apoderamiento personal y colectivo.
  • Disminuir las desigualdades sociales territoriales.

A partir de estas estrategias y después de varios encuentros del Consejo hace las siguientes recomendaciones en las administraciones competentes:

  • Reducir la desigualdad en la distribución de la renta e impulsar la tarificación social del conjunto de servicios de la ciudad. Dar un carácter más redistributivo a los impuestos y a los gastos municipales.
  • Garantizar los derechos sociales: el acceso a la vivienda. Coartar la acción especulativa. Incrementar el parque público de alquiler, impedir los usos anómalos de las viviendas y fomentar nuevas formas de vivienda cooperativa. Hacer frente a la exclusión residencial y relacional de los colectivos más vulnerables.
  • Aumentar las oportunidades de ocupación digna, inclusiva y de calidad. Avanzar hacia un salario mínimo digno. Mejorar las capacidades para la ocupación y la igualdad de derechos de acceso de las personas en situación de paro. Poner fin al modelo de mercado de trabajo que deteriora los derechos de las personas trabajadoras. Promover la actuación socialmente responsable de las empresas del territorio. Avanzar en una redistribución más igualitaria de los trabajos domésticos y de curas y su reconocimiento.
  • Incrementar la equidad educativa y las oportunidades formativas y culturales. Reducir el absentismo y el abandono. Asegurar el acceso universal con equidad a actividades de ocio, culturales, deportivas y de juego. Fomentar la igualdad y la no discriminación.
  • Fortalecer y articular los servicios y las redes relacionales y comunitarias de apoyo facilitadoras del apoderamiento personal y colectivo. Impulsar la economía de proximidad y los espacios que permiten la participación activa.
  • Eliminar la estigmatización y la segregación social. Perpetuar la renta garantizada por niños y familias con riesgo de exclusión social. Abolir la violencia y las actitudes. Combatir la pobreza energética.
  • Disminuir las desigualdades sociales territoriales. Evitar la expulsión de los barrios por motivos de insuficiencia económica. Obstaculizar las prácticas especulativas en la vivienda y el espacio urbano en general. Desarrollar unos barrios más resilientes socialmente. Garantizar una movilidad equitativa y sostenible.
  • Abordar la salud desde una mirada transversal, con metodología comunitaria, y bajo una perspectiva de género, incidiendo en la prevención y en la atención a los colectivos más desfavorecidos.

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