“Es muy importante poder participar en el Consell de Ciutat porque es una visualización que existimos”. De esta manera valora a Carme Riu, miembro del máximo órgano de participación del Ayuntamiento de Barcelona en representación del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), la relevancia que supone que tanto este ente como el colectivo de personas con diversidad funcional forme parte del Consell de Ciutat.

Así y todo, Riu identifica que en el Consell de Ciutat “hace falta más intervención con la diversidad funcional”. “Es un lugar excelente para que estemos representados y se nos vea, pero de dictámenes (que traten aspectos que afecten personas con diversidad funcional), hay pocos”, señala. “Hace falta una cierta discriminación positiva para que en algún momento aparezcamos como una población importante, que lo somos, pero que está escondida”, manifiesta. Riu identifica el acceso a la vivienda como una de las problemáticas que afecta más a las personas con diversidad funcional, así como las barreras con las cuales se encuentran en la misma ciudad.

Miembro del consejo rector del IMPD, Riu identifica como valores del Consell de Ciutat la participación de toda la ciudadana, el hecho de estar en comunicación directa con el gobierno de la ciudad y poder trabajar para la ciudad. Sin embargo, considera que hay aspectos de mejora, como la necesidad de que sea mucho más efectivo y el hecho de contemplar “determinadas minorías y como de importantes pueden ser para las mayorías”.